Cuenta, pajarito, cuenta

“En Palestina, como en el resto del mundo, los cuentos tradicionales constituyen la manifestación más importante del arte oral tradicional. Y cuando digo tradicional quiero decir colectivo, en el sentido de que ninguno de ellos es de autor conocido. Estos cuentos llegan a nosotros a través de nuestras madres y abuelas, que, a su vez, los recibieron de las suyas, y son narrados por las mujeres mayores al calor del hogar, lo que significa que su audiencia está formada, exclusivamente, por niños y las otras mujeres de la casa. Fueron las mujeres quienes siempre los contaron y, aunque nunca dijeron que fueran sus autoras, son – y fueron siempre – las transmisoras de la tradición. Se pude decir, pues, con toda justicia, que esos cuentos son propiedad colectiva de la comunidad palestina y que su voz es la voz de la comunidad misma que nos habla a través de los refranes, las canciones de boda y otras variantes del arte oral palestino”

Sharif Kanaana